MAS NI AUN TITO, QUE ESTABA CONMIGO, CON TODO Y SER GRIEGO, FUE OBLIGADO A CIRCUNCIDARSE
Gálatas 2:3
Hasta este versículo se presenta la primera nota de advertencia de lo que tratará la carta del Apóstol Pablo a los Gálatas debo recordar que antes, al inicio de su carta advierte claramente contra cualquier desviación del evangelio, presentando un nuevo evangelio; presentó sus credenciales ya con el testimonio de los apóstoles y de la iglesia misma. Una vez anticipado esto, empieza con una declaración terminante: Tito, siendo Griego, no fue obligado a circuncidarse.
¿Cuál era la situación al inicio de la iglesia?
Dios había creado un Pueblo escogido de entre todo el mundo para ser luz a los ojos de todos; para que el mundo idólatra supiera que había un solo Dios; Para que de este pueblo viniera la salvación al mundo; para que se cumplieran las profecías; para que guardaran las Escrituras y para que de el viniera Cristo Jesús. Por siempre, el judío ha sido un pueblo separatista; tan es así, que inventaron una palabra para todo el no Judío: Gentil. Para el judío, hay una marca que lo distingue; una señal física que lo marca como el pueblo de YHWH o Jehová. Esta marca les fue impuesta como señal desde el Génesis (17:10). Esta marca es la circuncisión.
Así que, en el pensamiento Judío, había la lógica que si el evangelio (dado a los Judíos), tenía que ser predicado a los gentiles, y lo aceptaban, al pasar ahora a formar parte del pueblo de Dios (Particularmente Judío en su pensamiento); tenían que imponer sobre su cuerpo también la marca que los distinguía:
La circuncisión.
Las Escrituras muestran que la lucha entre el legalismo y la libertad en Cristo ha sido siempre una lucha constante. Esto no solo ha pasado en la iglesia primitiva; sigue pasando en nuestros días.
La venida de Dios al mundo, irrumpiendo en la historia en Jesucristo, fue que cambió todo; cimbró los cimientos de los Judíos; cimbró e hizo tambalear al sacerdocio; tan fuerte era su influencia en vida, que lo mataron, le crucificaron; pensaron matar su movimiento evangelístico, matando al dirigente. Sin Pastor no hay ovejas. Pero con su Resurrección, el movimiento Cristiano tomó mayor auge. El movimiento Cristiano empezó siendo netamente judío. Pedro, en la revelación de Dios (Hch. 10), no comprendía que el evangelio también era para el no judío.
Cristo Jesús, un judío, cambió las costumbres judías. Incluso el mismo día de adoración. El Sabbath o sábado de Éxodo 20:8 cambiaba por el domingo, día de su resurrección. El evangelio predicado a los gentiles. Grandes cambios se avecinaban. Lo cierto es que el mensaje central de la conversión evangélica es: Libertad en Cristo.
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